Vestirnos con vino

Muchos conocen mi afición al vino, pero todo tiene un límite. Con el afán de no desperdiciar ninguno de los subproductos del vino, hemos llegado a esto!!!... Científicos australianos han encontrado una manera de hacer ropa de residuos de vino tinto. Investigando alternativas al algodón convencional, desarrollaron una tela de la bacteria del vino y la cerveza. La capa de celulosa parecida a la goma que se forma en la superficie cuando el vino es expuesto prolongadamente al oxígeno, es utilizada para crear una “tela fermentada”. La capa es levantada de los tanques y puesta sobre una muñeca inflable (no sean cochinos!!!... por una vez una muñeca inflable tiene otra utilidad que las que nos imaginamos) para tomar la forma de un vestido. Cuando la bacteria ha cultivado y se ha producido la unión, la muñeca es desinflada, habiendo tomado la tela la forma del vestido diseñado, listo para usarse. La bacteria es la que “teje” las fibras; no se usan máquinas de coser ni nada parecido. Pero el nuevo género tiene desventajas: debe mantenerse húmedo tal como las fibras cortas de celulosa son cuando el papel tissue está seco y son fáciles de rasgar. Es decir: sólo aptos para concursos de remeras mojadas, o para noches "especiales". Sabrá a vino????